A Pablo. Julio 2012
LA CIUDAD DEL VIENTO
Aprendí a tirar versos
al Mar.
Minúsculas gotas de combustible.
Miré al otro lado del corazón
Y no vi más que oscuridad.
Maldita Maldad.
Y yo cuestionando mi vida
Que ajena se acerca a su cénit.
Espabila!
Parejas al ocaso, cometas en el cielo.
Silencio, que no acalla mi sufrimiento.
Destellos dorados
Brazos lazados
brazos perdidos
Miedo que acecha.
Y yo, ya, tan solo.
Y tú tan ajena.
Admiro la distancia de tu sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario