“HE SALIDO POR LA VENTANA”

En ocasiones uno quiere gritar... venga, no me neguéis que no. Uno quiere gritar muy alto, como para que el grito se lleve un trozo de algo.
Ese algo lo tenemos todos en nuestra carga genética. Había pensado en escribir esos momentos en los que creo que cada uno de vosotros lo piensa.



...Piensa.

A mi, es solamente cuando pienso en dejar una nota aquí en el piso que diga:
"he salido por la ventana".
Quizás ese el motivo por el que salgo tanto al campo y no por la ventana.
Para poder gritar bien alto a la vida.

Lo que pretendemos al enamorarnos es una de las paradojas más grandes de las que tengo constancia:

Queremos reencontrar en esa persona a los seres que amamos en el pasado, cuando éramos pequeños, y la felicidad, era tan absoluta que ni se veía.
Además, queremos que tengan solucionados los errores, las faltas, que en ese tiempo tenían aquellas personas.

Así, el amor tiene esta contradicción:
Queremos volver al pasado, al mismo tiempo que deshacerlo.

La vida es una ecuación cuya solución es tiempo.
Todo es una cuestión de tiempo.
Las cosas llevan su tiempo.
Tú estás aquí por un tiempo o...
tú que te has creído.
Esa es, en mi opinión, la mayor bofetada que te da la vida.

Es descubrir el paso del tiempo y los miedos que lo acechan. Y no la
hipoteca, el desamor, el rechazo, la letra del apartamento en Singapur.
No, es el tiempo. Que te va pellizcando vida y no te la devuelve. Por eso
siempre queremos volver hasta ese tiempo pasado en que fuimos ignorantes, que no sabíamos...

El don de la ignorancia.

Yo recuerdo perfectamente el momento en que perdí la ignorancia:
Fue el día en que la vida me arrebató una persona que Carlos y yo conocimos en un campamento, el primero al que fui en mi vida. Un muchacho que no fue amigo ni conocidos.
Coincidimos

Murió al tiempo de aquel campamento, en un accidente al caerse de un caballo.
Y hostias -me dije- “es que la gente se muere.”
A partir de ese día, (hay que joderse) se acabó lo bueno.

Hoy me ha pasado algo parecido, pero ya con el corazón como un queso de gruyere.

Un amigo de Buenos Aires se ha matado en una moto. (Lo bueno de no ver a los muertos es que siempre están vivos. Os recomiendo encarecidamente que nunca lo veáis. No sirve para nada. VAYA! es el primer consejo que doy en mi vida. Sirvo para algo.-Sonrisa.-)
Me he servido un oporto y he pensado tantas cosas de las que no voy (obviamente) a daros cuenta...

La vida nos hace a todos enfrentamos a decisiones angustiosas.

Elecciones, referentes a historias banales o de gran escala. Pero siempre referentes a los valores, al corazón.
Nos definimos a nosotros mismos según las decisiones tomadas.
En realidad somos la suma total de nuestras decisiones...
Las cosas ocurren tan injustamente.

Tan imprevisiblemente.

Yo lo digo, es que es una putada pal Jesús y sus compinches porque me hago más agnóstico.
Si hay Dios, como no se le ocurrió incluir la felicidad en el decálogo de
características humanas. Que hubiese sido...
-“A vé....Sí, Adan: egoista, insconciente, salaó y con gran facilidad para alcanzar la felicidad.”

- Poooos no. No es así.-

Somos solo nosotros, con nuestra capacidad de amar, lo que da sentido al universo: indiferente y frío.

Porque no hay más que frío y silencio. O que te crees; que hay un garito que ponen unos gyn tonic excepcionales más allá de las antenas.

Sin embargo, alguna parte de los humanos (Bien considerada en las personas a las que me dirijo tienen la capacidad de dar sentido al universo.
POrque tienen la habilidad de seguir intentándolo. Rezuman optimismo, encuentran la felicidad en las cosas sencillas y la esperanza de que las generaciones sucesivas puedan llegar a comprender dicho termino "la felicidad" mejor.


"nel blu dipinto di blu
Felice di estare lassu"

http://www.youtube.com/watch?v=Z-DVi0ugelc